El libro 1984 de George Orwell habla sobre temas como el control de las personas y el lavado de cerebro. En Londres había un partido al que denominaban Único que a través de telepantallas (Cámaras por donde observaban) controlaban a las personas. Manipulaban y cambiaban la historia de acuerdo a su conveniencia. Crearon un nuevo lenguaje con muchas menos palabras para que la gente tenga menos capacidad de razonamiento y sea más fácil dominarlos.
Con respecto al control de las personas y a las telepantallas; el estadio del Santos tiene cámaras de seguridad que vigilan a las personas para que no se porten mal. Si alguien hace algún tipo de disturbio entran unos policías (parecidos a los del Pensamiento) que en vez de vaporizarlos, lo llevan detenidos. Además este equipo tiene un programa de televisión propio, Santos TV, en donde muestran a los jugadores en el vestuario antes y después del partido. Eso que la gente habitualmente no ve, se ve en esas cámaras y los jugadores pierden privacidad y a la larga son vigilados por ciertas personas.
Por otra parte, la máxima figura de esta institución, Pelé, fue investigado y espiado por la dictadura militar que se prolongó en Brasil de 1964 a 1985. Todo empezó luego de haber ganado el Mundial de México de 1970, cuando un empleado público le entregó un manifiesto a favor de la libertad de los presos políticos. El expediente de Pelé tiene pocas páginas ya que no era afecto a la actividad política y no consta que haya tenido vínculos con la resistencia de la dictadura. Esta percusión era llevada acabo por la policía y es muy parecida a la que hacía la del Pensamiento en el libro. Según el diario O Estado, la existencia de una ficha con el nombre de Pelé revela “la furia de la policía política en el trabajo de vigilar y perseguir a los ciudadanos sospechosos de oponerse al régimen”. Algo muy similar a lo que hacía el Gran Hermano.
Bastante bien. Se ve que le costó, pero también que le puso cierto trabajo a resolver el tema.
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